¿Por qué aceite de palma sostenible?
El aceite de palma sostenible es bueno para el planeta, para las personas y para las especies protegidas. Pero lo contrario también es cierto.
Cuando se cultiva de manera no sostenible, el aceite de palma puede dañar los bosques y poner en peligro a las comunidades y la vida silvestre. Entonces, ¿por qué el aceite de palma tiene dos caras? ¿Y cómo podemos asegurarnos de que solo tenga un impacto positivo?
Un aceite vegetal como ningún otro
El aceite de palma es el aceite vegetal más versátil del mundo. Además de ser un aceite de cocina ampliamente utilizado, se encuentra en innumerables productos de supermercado, desde jabón y pasta de dientes hasta chocolate y fideos.
El aceite de palma se extrae de la pulpa y la nuez del fruto de la palma aceitera. Su popularidad para cocinar y como ingrediente combinado surge de su diversa gama de propiedades. Suave e insípido, también puede:
- Mantiene bien su color
- Manténgase sólido a temperatura ambiente (para ayudar a que los productos horneados duren más)
- Eliminar aceite y suciedad
- Hidratar el cabello y la piel
- Hacer que los jabones y detergentes burbujeen
Las palmas aceiteras tienen rendimientos mucho mayores que cualquier otro cultivo de aceite vegetal. La productividad es su cualidad más destacada: requieren De cuatro a diez veces menos tierra que otros cultivos oleaginosos vegetales para obtener la misma cantidad de aceite. Ese uso eficiente de la tierra hace que el aceite de palma sea atractivo para productores y compradores de todo el mundo.



El desafío con el aceite de palma
A pesar de sus cualidades únicas como producto y su gran demanda, el aceite de palma tiene una reputación mixta. Cuando se produce de manera no sostenible, puede tener efectos negativos en el medio ambiente, la vida silvestre y los derechos humanos.
La producción irresponsable de aceite de palma tiene efectos ambientales y sociales perjudiciales: se han talado o destruido bosques para cultivar aceite de palma, lo que ha dañado los hábitats naturales, la flora y la fauna vulnerables y las comunidades locales. Muchos agricultores y trabajadores que producen aceite de palma en condiciones insostenibles han sufrido prácticas laborales injustas y salarios bajos.
Debido a estos impactos negativos, ha habido llamados a boicotear el aceite de palma. Pero boicotear el aceite de palma no es la solución. El cambio de aceite de palma a aceites vegetales alternativos no reduciría estos impactos: el girasol, la colza y la soja tienen rendimientos por hectárea mucho menores que la palma aceitera, por lo que se necesitaría más tierra para producir una cantidad equivalente de aceite. Es más, millones de agricultores y sus familias en todo el mundo se ganan la vida con plantaciones de palma aceitera y pequeñas explotaciones. Esto les proporciona ingresos para necesidades básicas como alimentos, agua potable, vivienda y educación de sus hijos.

Una solución sostenible
Vivimos en un mundo en el que el crecimiento demográfico y el cambio climático amenazan la seguridad alimentaria mundial como nunca antes. El aceite de palma sostenible tiene un papel importante que desempeñar para aliviar esta presión.
El énfasis está en "sostenible". El aceite de palma sostenible ha sido cultivado, procesado, distribuido y vendido de manera responsable con reglas estrictas que protegen a los animales, el medio ambiente y las personas que viven y trabajan en los países productores de palma aceitera. Ha implicado:
- Detener la deforestación;
- Tratar a las comunidades y trabajadores de manera justa; y
- Protección de la vida silvestre y el medio ambiente.
El objetivo de la RSPO es hacer que el aceite de palma sea sostenible. Trabajamos en todos los sectores de la cadena de suministro, reuniendo a sus numerosas partes interesadas para desarrollar prácticas sostenibles y ayudar a hacer del aceite de palma una fuerza para el bien.
Crédito de la foto: RSPO/Jonathan Perugia
(Fruta suelta) Crédito de la foto: RSPO/SayanCHUENUDOMSAVAD